Tras ver varias reacciones en Facebook a la foto del niño fallecido en la playa llega un punto que a uno se le hincha la vena…y es que compartir la foto y darle a «Me gusta» mientras comenta «Que injusticia por Dios….» no sirve de nada, absolutamente nada, el mundo no se arregla desde el sofá y con el portátil.

No he visto aún que nadie compartiera un enlace para donar dinero por la causa, para una recogida de firmas… nada por hacer algo que no sea escribir unas palabras en las que descargar la ira por ver eso.

El 29 de Agosto de 2013 la ONG Cruz Roja publicó el primer informe de la crisis en Siria, por supuesto la acogida fue mínima… desde entonces ha publicado varios informes del estado. Emergencia en Siria, así lo llaman, no hay segundas tintas.

Foto de NILUFER DEMIR de REUTERS

Foto de NILUFER DEMIR de REUTERS

Ha hecho falta que se publicara una foto «especial» para que se produjera una respuesta por parte de la población, y a mi parecer, el por qué ha causado tanto movimiento es porque el niño se ve bien vestido y que podría ser un vecino nuestro. Constantemente vemos fotos parecidas de gente de color, pero las ignoramos, ¿por qué? Pues por eso…porque como nos queda lejos…

Quiero pegar un fragmento de una periodista, Teresa Aisa, la cual describe mucho mejor que yo esta moda express:

Hipócritas

Me encanta esta ola de solidaridad por los refugiados. Me siento muy orgullosa de que ahora todos vayamos a acoger a los pobres desgraciados que se ahogan en las costas europeas en su huida de la guerra. Qué bien, a partir de ahora todos tienen un sitio en nuestro país, en nuestra ciudad, barrio, casa e, incluso, en nuestra mesa. Pues qué bien señores, qué alegría. Qué alegría, sí, qué alegría.

Qué alegría que ha hecho falta que se encuentre un niño muerto en una playa, que por cierto no ha sido solo uno, sino que hay cientos de niños muertos. Y sus hermanos, sus padres, y sus abuelos, y también sus amigos o vecinos. Y desde hace cuánto ¿un par de meses? ¿Una semana? Já. Una mierda.

El mundo tiene la palabra ‘vergüenza’ en la boca. Ahora todos tenemos derecho de llamar a las autoridades y a los dictadores ‘cabrones’, ‘inhumanos’ y todo lo que queráis. Y habrá razón para ello, pero también la habían hace 5 años, y hace 10, y hace muchos más también. Lo que pasa es que ahora son refugiados, no ‘inmigrantes ilegales que vienen a quitarnos trabajo’. Ahora huyen de una guerra, no de una vida llena de miseria en la que los niños comen barro, son explotados para trabajar y un sinfín de desgracias más. Ahora hay bombas que matan, porque el hambre no lo hace.

Qué mala suerte, en su país hay una guerra. Qué pena, tantos civiles muertos que no tienen culpa de nada. ¿Y los miles de inmigrantes que han muerto en un cayuco de mierda o los han matado las mafias tratando de huir, tampoco tienen culpa de nada? ¿Y los que han muerto a manos de las autoridades en una frontera, tratando de pasar una valla con cuchillas? ¿Y a los que han matado desalmados xenófobos? ¿Dónde está ahora eso de que ‘que se vayan a su país y apechuguen con lo que les ha tocado vivir’?

¿Sabéis qué? Que me hierve la sangre conforme leo, veo, escucho. Que llevo mucho tiempo esperando y trabajando información sobre inmigración y refugiados, y ahora me pongo negra. Que soy de ACNUR desde hace poco menos de 10 años y ahora todos sabemos lo que es, pero hace apenas 10 días no. Que es una vergüenza, pero ni es reciente, es ni ajena.

No se puede dejar más claro, gente, todos los que lo leais y los que no, ya que nos gusta ayudar a la causa que sea de verdad:

Que las buenas intenciones no queden solo en eso.

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